Una Historia Natural de los Sentidos


Una Historia Natural de los Sentidos                                                             

Resumen:

El capítulo revisa cómo el oído y el sonido están profundamente conectados con la vida humana y la experiencia sensorial. Comienza explorando la etimología de la palabra "absurdo", que tiene raíces en el latín y el árabe y se refiere a la incapacidad de escuchar. A lo largo del texto, se explica el funcionamiento del oído, desde cómo las ondas sonoras hacen vibrar el tímpano hasta cómo el cerebro procesa esas señales. Se discute el impacto del sonido en la vida diaria, desde la música que mueve masas en protestas y conciertos, hasta el confort de sonidos cotidianos como el ronroneo de un gato. Además, se subraya la importancia del sonido en el contexto emocional y social, desde las canciones de cuna hasta los himnos y los efectos de las canciones en eventos colectivos. El texto también menciona cómo el sonido afecta nuestras percepciones y emociones, y cómo la pérdida del sentido del oído puede aislar profundamente a las personas.

Curiosidades que he aprendido:

  1. El origen de la palabra "absurdo": Proviene del latín surdus que significa "sordo", lo que refuerza la idea de que no escuchar, o perder la capacidad de oír, desvincula a las personas de la realidad y la lógica.
  2. El oído interno como un sistema complejo: Los tres pequeños huesos (martillo, yunque y estribo) en el oído medio son los responsables de transmitir las vibraciones que permiten oír, y estos huesos son los más pequeños en el cuerpo humano.
  3. Impacto del sonido en la memoria: Músicas y canciones pueden desencadenar recuerdos vívidos y conexiones emocionales profundas, como si las melodías fueran una forma de anclarnos a experiencias pasadas.
  4. El ruido como elemento de marketing: Los sonidos juegan un papel clave incluso en cosas triviales, como el crujido de las papas fritas, que es diseñado para atraer a los consumidores.

Reflexión:

Este capítulo resalta cómo el sonido no es solo una vibración física, sino también un puente emocional y social que conecta a las personas con su entorno y con otros seres humanos. La capacidad de oír es un lazo crucial que da sentido y coherencia a nuestra experiencia cotidiana. La música y otros sonidos familiares actúan como hilos que mantienen nuestro mundo cohesionado, mientras que la pérdida de la audición puede resultar en un aislamiento profundo. Reflexionar sobre cómo los sonidos cotidianos afectan nuestro estado de ánimo y bienestar me lleva a valorar aún más los pequeños momentos sonoros, como el canto de un pájaro o una canción que me recuerda a un ser querido.

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